5enero.

Se miró al espejo. Era su mejor vestido. Le quedaba excelente. Sonríe al espejo. Con ese vestido hasta ella se ve guapa. Ha quedado con alguien, el chico por el que ha llorado tantas veces. Resultó que él también pensaba en ella al mirar las estrellas. Se pinta los labios de color carmín. Se vuelve a mirar, un repaso. Sus amigas se lo han dicho, le ha cambiado la cara de la noche a la mañana. Se la ve feliz, ahora sí es feliz. El chico la ha invitado a cenar a un sitio caro. No es propio de él. Le gusta, se gusta. Coge el bolso y sale de su habitación. Poco después vuelve a entrar, coge una bufanda y un gorro y sale. Tiene las mejillas coloradas. La punta de la nariz también. Le da un aire infantil. Cuando se encuentra con él, solo puede sonreir, está realmente guapo. Él también se queda parado pero luego se acerca y la besa. Le comunica algo al oído. Ella lo mira desconcertada. Él sonríe y la conduce cogido de su mano. La lleva a un pequeño jardín en las afueras. Hay una mesa, está todo super bonito. Se le saltan las lágrimas, lo mira y lo abraza y así se deja abrazar también. Porque ahora mismo tiene todo para ser feliz y es feliz a pesar de saber que no será para siempre.